El reglamento de uniformes de 1902 para los oficiales de la Armada de Chile fue el que de cierto modo configuró las actuales prendas en uso en la Armada, aún cuando con el tiempo se eliminaron las vistosas casacas, charreteras y sombreros apuntados o bicornios.
Dicho reglamento disponía de una lista casi interminable de prendas, contándose muchas de ellas en colores azul marino y blanco, como dormanes, chalecos, pantalones y por supuesto, la gorra.
La gorra de marina había sido desde mediados del siglo XIX invariablemente azul, imitando en un principio el modelo francés, para luego -tal vez hacia fines de la década de 1860- adoptar un estilo similar al británico, cambiando por supuesto, la corona por una estrella de cinco puntas en el escudo.
Esta prenda, que perteneciera a Felipe Wiegand Rodríguez (1880-1860), fue usada por él mientras tuvo el grado de capitán de navío, hacia mediados de la década de 1920, pues a diferencia de lo que sucede hoy, los oficiales del rango inmediatamente inferior, es decir, los capitanes de fragata, usaban en la visera un bordado en forma de dientes de sierra. Actualmente, la hilera simple de hojas de roble, es usada indistintamente por ambos grados.
Wiegand finalmente alcanzaría el grado de contraalmirante de la Armada de Chile.
Wiegand finalmente alcanzaría el grado de contraalmirante de la Armada de Chile.
Fabricada por la Army and Navy Co-operative de Londres, esta gorra está hecha completamente de paño, además de la visera de suela forrada y bordada. En la banda, una cinta de lana tejida sostiene el escudo, y en ese entonces, las gorras no tenían una funda de quitar y poner, pues para eso existía otra gorra, pero hecha de brin blanco.